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El rincón de Irenia

Pereza

Pereza Bendita pereza cuando uno puede rendirse a ella. Te atrapa poco a poco, se adueña de ti, te susurra que ya harás mañana lo que podrías hacer hoy. ¡Y es tan fácil ceder a sus deseos!

El calor también te atonta, te hace ir más lenta de lo normal en las tareas cotidianas. Prefieres un paseo por la playa para refrescarte o, como mínimo, sentir el tacto de la arena en la planta de los pies y oler la brisa marina mientras contemplas las diferentes tonalidades del azul del mar.

Al final sabes que el tiempo que perdiste cediendo a la pereza deberás recuperarlo, como mínimo, no concediéndole más. Te pones las pilas y reemprendes las tareas abandonadas. Aunque fue bonito rendirse a ella.

3 comentarios

Irenia -

Bueno, lo de estos días no sólo ha sido pereza, pero eso es otra historia...

Besos

acróbatas -

Eso, eso, ahora a ponerse las pilas!!!!!

Cide -

ya me estaba dando cuenta de que te daba mucho actualizar. Cuanto más activo se está más activo se quiere estar. Ya habrá tiempo para la pereza cuando estemos en una caja de madera. Ahora a vivir.