Cartas
Escribir cartas es una de las maneras más hermosas de mantener el contacto con las personas que quieres y están lejos. Es hermoso sentarse frente a una hoja de papel, acariciar la página en blanco, coger la pluma recién cargada y deslizarla suavemente sobre el papel dejando fluir las palabras.
Por desgracia cada vez escribo menos cartas.
Pero, porque siempre debe haber un pero, el correo electrónico y el documento en blanco han sustituido a la carta y a la hoja de papel. El ritual no es tan sensitivo, es cierto, pero el fluir de las palabras es el mismo y la alegría de recibir noticias de los seres queridos idéntica. Frente a una hoja de papel o un documento en blanco es mucho más fácil expresar algunos sentimientos que a viva voz cuestan de articular. Pero esto, como decía Michael Ende, es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.
Por cierto, hoy sin falta debo escribir carta con destino Londres.
Por desgracia cada vez escribo menos cartas.
Pero, porque siempre debe haber un pero, el correo electrónico y el documento en blanco han sustituido a la carta y a la hoja de papel. El ritual no es tan sensitivo, es cierto, pero el fluir de las palabras es el mismo y la alegría de recibir noticias de los seres queridos idéntica. Frente a una hoja de papel o un documento en blanco es mucho más fácil expresar algunos sentimientos que a viva voz cuestan de articular. Pero esto, como decía Michael Ende, es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.
Por cierto, hoy sin falta debo escribir carta con destino Londres.
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